Mensaje del Director
Afectuosos saludos para ustedes, queridos hermanos, integrantes de nuestro CEP piurana y, de manera prioritaria, bendiciones para ustedes niños y jóvenes, razón de nuestra entrega y misión. Gracias a Dios y a María Auxiliadora por permitirme continuar con esta responsabilidad y en esta familia.
El año anterior hemos compartido la celebración de “120 años de la presencia salesiana en el Perú, etapa en la que, paulatinamente hemos ido adentrándonos en el corazón de los peruanos y ganando un sitial en la educación de nuestra región y de nuestra patria.
En nuestra querida Piura tenemos ya 106 años de un trabajo continuo, decidido y dedicado a hacer el bien a los niños y jóvenes de esta cálida y hermosa tierra. Indudablemente, no sólo trabajamos en la parte académica, sino que buscamos también una sólida formación en valores y una profunda convicción religiosa, marcada por nuestro amor a Jesús Eucaristía y una gran devoción a María Auxiliadora.
Nos aprestamos a celebrar el bicentenario del nacimiento de don Bosco (16 de agosto del 2015). Es una gran oportunidad para renovar nuestra identidad con la axiología salesiana. Hay un largo camino que estamos realizando como preparación a este gran acontecimiento.
Recordamos la llegada de la urna conteniendo reliquias de don Bosco, a nuestra región. Este hecho nos puso en clara que la evidencia que ¡Don Bosco vive entre nosotros!.
Este año, Don Pascual Chávez, nuestro Rector Mayor, nos ha dado como aguinaldo “Conociendo e imitando a don Bosco, hagamos de los jóvenes la misión de nuestra vida”. Se nos anima a revivir a don Bosco, con una plena entrega a la formación de nuestros niños y jóvenes. Que ellos sean el norte de nuestro trabajo y por ello recordemos que “educar escozor el corazón”.
De manera especial a nosotros, los educadores salesianos, nos toca ser buenos y dignos herederos de don Bosco y, así como él, entregar nuestra vida a los niños y jóvenes más pobres y necesitados con nuestro ejemplo, acciones y palabras
Con estos elementos nos damos cuenta que la educación debe ser integral, de un crecimiento parejo. Aquí tenemos un gran reto que nos compete y compromete a alumnos, padres y maestros. A quien, en la medida que le corresponda.
Pidamos a Dios, a María Auxiliadora nos ayuden en este conocer e imitar a Don Bosco. Y que este año logremos concretizar nuestro deseos con la bendición de Dios.
Con afecto, en Don Bosco Santo
Félix David López Vergaray sdb.
Director